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Capítulo 5.

VI. Lamento de Dios y de Israel.

A. Lamento de Dios por su pueblo de Israel.

1. Dios pronuncia un lamento a Israel.

a.   5:1 Escuchen esta palabra, yo pronuncio una lamentación sobre ustedes, casa de Israel.

b. 5:2 Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más; fue dejada muerta sobre su tierra, no hay quien la levante.

c. 5:3 Porque así ha dicho Jehová el Señor: La ciudad que salga con mil, volverá con ciento, y la que salga con ciento volverá con diez, de la guerra en la casa de Israel.

2. Lamento para que busquen a Jehová y vivan.

a. 5:4 Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Búscame, y vivirás.

b. 5:5 No busques ir a Bet-el, ni entres en Gilgal, ni pases a Beerseba; para ir tras tus ídolos. Porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha, por causa de su idolatría.

c. 5:6 Busca a Jehová, y vivirás; no sea que se arremeta contra la casa de José, con fuego y la consuma, sin haber en Bet-el nadie quien lo apague, por haber sido deshecha. 

d. 5:7 Me dirijo a ustedes, a todos aquellos, que corrompen el juicio, amargan al justo, y echan por tierra la justicia.

e. 5:8 Busquen a Jehová, el que hizo las Pléyades y el Orión. Y vuelve la oscuridad en claridad. Y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre. 9:6.

f. 5:9 El que da la fuerza para vencer al fuerte y despojarlo; destruye su fortaleza para que sea despojada.

g. 5:10 Porque ellos aborrecieron al que los disciplinaba, los exhortaba en la puerta de la ciudad, y detestaron al que les hablaba para que caminaran rectamente delante de Jehová.

3. Lamento por la injusticia de Israel.

a. 5:11 Puesto que maltratan al pobre, a pesar de que él, es él que recoge tu cosecha y te carga todo el trigo, y tú lo recibes de él. Por tanto, no habitarás tus casas que edificaste de piedra labrada. Ni beberás el vino de tus campos que los plantaste de hermosas viñas.

b. 5:12 Porque yo conozco sus muchas rebeliones, y su gran cantidad de pecados; sé que afligen al justo, recibiendo sobornos, influyen, para que los pobres pierdan su derecho a defenderse en los tribunales en su juicio. 

c. 5:13 Por tanto, el hombre prudente viendo esta situación permanece callado en este tiempo, porque el tiempo es malo.

4. Exhortación y lamento por Efraín hacer lo malo. 

a. 5:14 Busca lo bueno, y no hagas lo malo, para que vivas; porque de esta manera Jehová Dios de los ejércitos estará con ustedes, como ustedes han dicho.

b. 5:15 Aborrezcan lo malo, y amen lo bueno, hagan justicia cuando realicen el juicio; porque tal vez, Jehová Dios de los ejércitos tenga misericordia del remanente de José.

c. 5:16 Porque en efecto, Jehová Dios de los ejércitos ha determinado su juicio: en ese momento, habrá llanto en todas las plazas, y en todas las calles se lamentarán diciendo: ¡Ay! ¡Ay!; aún el labrador llorará, también se afligirán y llorarán los que cantan canciones tristes.

d. 5:17 En todas las viñas llorarán; cuando se realice mi juicio en medio de ti, dice Jehová.

e. 5:18 ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué ustedes quieren que pase este día de Jehová? ¿No saben ustedes, que este día será de tinieblas, y no de luz?

f. 5:19 Este día será un día de terror, parecido al que huye de delante del león, pero se encuentra en el camino con el oso. O como el que entra en su casa, apoyando su mano en la pared, y lo muerde una culebra.

g. 5:20 ¿Acaso no comprendes que el día de Jehová será de tiniebla, y no de luz? ¿Será un día de oscuridad, sin resplandecer el sol?

6. Lamento por sus fiestas y ofrendas.

a. 5:21 Por tanto, por todas sus maldades, aborrecí, abominé sus solemnidades, y no me agrada sus asambleas.

b. 5:22 Si me vienen a ofrecer sus holocaustos y sus ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de sus animales engordados.

c. 5:23 Quita de mí tus multitudes de cantos, puesto que no escucharé las melodías de los salmos, que tocas con tus instrumentos.

7. Lamento por su sentencia en cautiverio.

a. 5:24 Pero, mi juicio se realice rápido y pronto mi justicia. Como las aguas corren, así suceda mi juicio, y la justicia como impetuoso arroyo.

b. 5:25 Recuerda ¿Acaso me ofreciste sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh casa de Israel?

c. 5:26 Antes bien, llevabas el tabernáculo de su Moloc y Quiún, la estrella de la imagen de tus dioses que tú fabricaste.

d. 5:27 Haré, por tanto, que sean transportados más allá de Damasco, ha dicho Jehová, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.

“Dios les señala, qué cambiaron su lugar de adoración diciéndoles: A pesar de Dios mostrarles su tabernáculo del cielo, en la tierra, ellos prefieren llevar al tabernáculo de su propio dios, que ellos fabricaron de lo que se imaginaron de Moloc y Quiún, que eran ídolos en forma de estrella, una imagen del cielo que ellos mismos habían convertido en objeto de adoración”. 5:26. “En el contexto, por eso Dios les dice: ¡Búsquenme a mí!, que yo fui quien hizo a Pléyades y el Orión. 5:8”. “Y a Ezequiel le muestra todas las prácticas abominables que ellos hacían, aún dentro del mismo templo, donde adoraban a Dios. Mostró a Ezequiel, como los ancianos miraban hacia el cielo y adoraban al sol, haciendo referencia a todo el ejército del cielo”. Eze 8:16. Pero en este verso, ellos observaban las estrellas desde el desierto, e hicieron un ídolo de esta, llamada Moloc y Quiún”.

“Es importante denotar, esta revelación que presenta Amós del origen de este ídolo, que fue salida de la imaginación de ellos, de las estrellas que vieron en el cielo, e hicieron de las estrellas sus ídolos, para adorarlos, llamándolos Moloc y Quiún”.

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