El
libro de Amós tiene una importancia única, apremiante al momento, que Amós, el
pastor de bueyes, y agricultor de higos silvestres, es llamado a ser profeta a
Israel y Judá, en tiempos del rey Uzías de Judá y Jeroboán rey de Israel. Amós representa
esta salida, a la necesidad de anunciar el mensaje de Dios y que sea escuchado.
Porque a sus profetas les impiden hablar, lo mantuvieron en silencio. Le
ordenaron no profetizar. Dios llama a Amós en este momento preciso para
anunciar, lo que sus príncipes y el pueblo no quiso escuchar. 2:12.
Esto
nos hace comprender, la magnitud del deterioro del sistema religioso de la
época, en Jerusalén, portavoz del mensaje de Dios a todas las naciones. Mucho
antes del cautiverio Asirio de Israel, hasta el cautiverio de Babilonia de Judá
e Israel, se intensificó la maldad en el pueblo.
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